Reparto: Frances McDormand, David Strathairn, Linda May, Swankie
Director: Chloé Zhao
Género: Drama
Clasificación: +14
Duración: 1 hr 47 min
Sinopsis: Después de perder todo en la Gran Recesión, una mujer embarca en un viaje por el Oeste de Estados Unidos, viviendo en una van habitable como una nómada moderna (IMDB)
Cinco meses antes del estreno de “Nomadland” en el Festival de Venecia, la cantautora estadounidense Fiona Apple inició su quinto álbum con una majestuosa exclamación, “me muevo con los árboles en la brisa, sé que el tiempo es elástico, y sé que cuando muera, todas mis partículas se separarán y dispersarán, y estaré de vuelta en la vibración”. La artista habla sobre una conexión con el espacio físico que permea los poros y la convierten en una con la naturaleza. No importa lo que vaya a pasar ni lo que suceda con su cuerpo una vez que sea sólo una carcasa, tiene la certeza de ser parte del universo. Esta profunda conexión con el ecosistema es retratada con un extremo cuidado por la directora Chloé Zhao, quien además se desempeñó como la productora, guionista y montajista de esta bella película.
El largometraje muestra la historia de Fern (Frances McDormand), una mujer proveniente de un extinto pueblo de Nevada que se quedó con la vida de su esposo, su trabajo, y los recuerdos de lo que fue su vida. Ahora ella vive en su furgoneta bautizada como «Vanguardia», disipando cualquier preocupación de no tener hogar. Fern viaja en eternas carreteras del oeste de Estados Unidos, yendo de trabajo esporádico a trabajo esporádico. Dentro de sus recorridos, crea una comunidad con los distintos nómadas que comparten su estilo de vida, maneja las logísticas de lo que implica vivir en su auto y respira en los paisajes que se extienden lejos de las casas y edificios.
En otro magnífico rol protagónico, Frances McDormand se desvanece; quien fue una impetuosa presencia en otras películas no permite que hayan trazos de su legendaria trayectoria. McDormand aplana esa distancia y entrega una sutil actuación que naturalmente revela la historia y vivencia de la nómada. En su transparente mirada vemos reflejado el impacto emocional que tiene en ella su entorno, la dulce confidencia que tiene con los otros nómadas, el dolor de no poder soltar los recuerdos de la vida que el capitalismo arrebató, y su inmensa conexión con la tierra.
La película muestra una soledad meramente estética que enmarca la fuerte unión de Fern con los vastos desiertos y la tierra que nadie, la cual sólo ella puede clamar como propia. Las escenas oscilan entre los majestuosos paisajes y la intimidad del auto que convierte en su hogar; entre los trabajos de temporadas y sus bellos alrededores; entre las casas que visita y los liberadores exteriores. Las locaciones funcionan como una gran co-protagonista para Fern, estas se extienden en la posibilidad del infinito y habitan como promesas de un acogedor refugio. En los viajes o momentos de silencio, gentiles pianos y cuerdas cuidan el lazo de Fern y el espacio. En distintas viñetas nos muestran todos los lugares y personas que conoce en un año, cada una de gran importancia.
Zhao encapsula en pequeños, profundos y fugaces retratos a todas las personas que dejan su marca en la vida de Fern, como souvenirs que se apilan en un cajón de su van. Con una extrema delicadeza y empatía captura la vida de alguien con un par de oraciones. Como dato importante, los nómadas fueron interpretados por viajeros reales que adoptaron este estilo de vida, y la directora, acostumbrada a emplear actores no profesionales, configura el universo del largometraje con un valorable realismo alejado de cualquier artificio.
Con una gran sensibilidad e intimidad, Zhao captura la historia de una población que raramente ilustra las pantallas, personas que eligen permanecer al margen de una vida tradicional y deciden convertirse en eternos viajeros, recolectando paisajes y personas que quizás algún día volverán a ver. Nuestra protagonista nos invita a este mundo donde el frío se cuela entre las latas y el abandono por parte del estado y el capital se siente eternamente. Sin embargo, es un mundo que siempre es hermoso y liberador, tan sólo basta bajarse del auto y respirar. Nos vemos en el camino.
10/10