Reparto: Uhm Tae-goo, Yeo-bin Jeon, Ki-young Lee, Cha Seung-won, Park Ho-San
Dirección: Park Hoon-jung
Género: Drama, Thriller, Acción, Crimen
Clasificación: +16
Duración: 2h 11m
Sinopsis: «Escondido en la isla de Jeju después de una tragedia brutal, un mafioso agraviado al que un jefe criminal le ha puesto precio a su cabeza, se conecta con una mujer que tiene sus propios demonios.» (IMDB)
Escrita y dirigida por Park Hoon-jung, «Noche en el paraíso» es una producción surcoreana que fue presentada en la categoría de Selección Oficial en el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia, y que tuvo su estreno a nivel mundial este 9 de abril a través de la plataforma Netflix. La cinta sigue la historia de Tae-Gu (Uhm Tae-goo), un joven que trabaja en los altos rangos de la mafia, desempeñándose de tal manera que su labor lo ha convertido en un elemento indispensable para su jefe, Yang Do Soo (Park Ho-San), y que, luego de un acto de venganza, se ve obligado a refugiarse en la isla de Jeju, mientras prepara su salida del país.

Quienes proveen el escondite seguro para el protagonista son Kuto (Ki-young Lee), un traficante de armas, y Jae-Yeon (Yeo-bin Jeon), su joven sobrina, que al parecer se encuentra al borde de la muerte producto de una rara enfermedad. Al poco tiempo de llegar a aquel lugar, Tae-Gu y Jae-Yeon van formando una particular relación, marcada por un compañerismo genuino, que resulta conmovedora, compleja e interesante; sus interacciones durante la estadía del héroe en la isla no solo nos mantienen comprometidos como espectadores, sino que también generan ciertas reflexiones a través de los elementos que los unen, resaltando además diversas conversaciones basadas en conflictos existenciales y experiencias traumáticas que exploran la postura de cada uno frente a la mortalidad y la pérdida, entre otras cosas. No se tratan temas alegres ni románticos, al contrario, el vínculo entre ambos personajes es prácticamente una cuasi amistad provocada a la fuerza, producto de las situaciones que enfrentan como personas dañadas en un mundo que no les ofrece un futuro. La afinidad que demuestran este par de actores en el proceso le entrega una satisfactoria naturalidad y humanidad a sus interpretaciones, exponiendo el talento que poseen.

El elenco de «Noche en el Paraíso» está compuesto por jóvenes estrellas en ascenso, junto a actores veteranos del cine coreano. Entre estos sobresale el trabajo de Cha Seung-won como el jefe «Ma», uno de los principales antagonistas, quien comanda toda nuestra atención cada vez que aparece en escena gracias a su intimidante presencia y carismático comportamiento que, a pesar de sus violentas acciones, permite que comprendamos sus motivos, incluso generando cierta sensación de admiración hacia él.
Uhm Tae-goo en el rol principal también muestra una sólida interpretación, logrando involucrar al espectador en las disputas internas, emociones y objetivos de su introspectivo personaje. Además, el actor es capaz de transmitir vulnerabilidad en los momentos dramáticos, y al mismo tiempo, mostrar intensidad y habilidades de Tae-Gu como miembro de la mafia, haciendo completamente creíble su posición como el elemento valioso e influyente que supone ser dentro del clan para el que trabaja.
La actriz Yeo-bin Jeon se convierte en una de las sorpresas de la cinta con el trabajo que realiza para dar vida a Jae-Yeon, cautivando con la actitud aguerrida y extrovertida de esta chica de ominoso comportamiento y sagaces diálogos, mientras conmueve con sus conflictos, traumas, fortalezas y la forma en que enfrenta su destino.

En cuanto a su estructura, «Noche en el Paraíso» demuestra ser bastante sólida, con historias que hacen sentido y comprometen, junto a personajes bien desarrollados. Sin embargo, luego de sus secuencias iniciales, que contextualizan de buena forma el trasfondo del arco del protagonista, gran parte de la primera hora del largometraje se enfoca en la interacción entre Tae-Gu y Jae-Yeon, alterando un poco el ritmo de la narración; aunque la manera en que se desarrolla esta transición es eficiente. La atención hacia los momentos más calmados puede resultar un tanto extensa y tediosa para quienes solo esperan una película de acción, pero como director, Park Hoon-jung se preocupa de alternar esta etapa del relato con los intensos e intrigantes conflictos que van ocurriendo, para luego dar pie al encuentro entre ambos escenarios de una manera que resulta natural, creando tensión y a la vez manteniendo la coherencia de la historia en su conjunto.
Un dato a considerar antes de ver este filme, es que la isla de Jeju, donde se desarrolla gran parte de la historia, es conocida por ser el balneario más visitado de Corea -algo así como su propio Hawaii- y una de las siete maravillas naturales del mundo, desde 2011; en otras palabras, se considera un oasis. Es por esto que el desarrollo de los eventos provoca gracia al exponer la oscura ironía intencional que esconde el significado del título de la obra, ya que en esta ocasión, el idílico lugar es transformado en un desolado escondite provisorio ante una fuerza amenazante; un escenario tanto para lóbregas conversaciones existenciales como para eventos sangrientos que, ante lo inevitable, solo sirve como una ficticia fachada de esperanza.
La cinematografía de Young-Ho Kim, junto a la dirección de Park Hoon-jung, ilustra estéticamente estas ideas a través de planos amplios, tomas panorámicas, composiciones simétricas y lentos movimientos de cámara que otorgan una siniestra belleza melancólica a los ambientes. Como pilar de esta atmósfera también está el uso de la luz y colores, en particular el omnipresente tinte azul, que envuelve en un sombrío ánimo la fría aflicción tanto a la isla de Jeju como a Seúl, dándole consecuencia visual a lo que ocurre en la pantalla. Otro elemento que acompaña a la narrativa es la música compuesta por el artista Mowg, que se hace presente solo en algunas escenas, enfatizando así las emociones o estados por los que pasan los personajes y ayudando a darle más significado a estos momentos.

Si bien el argumento principal de la película se basa en conflictos entre mafias y posee una alta dosis de violencia, las escenas de acción no son gratuitas, y por lo mismo no figuran con tanta frecuencia. Esto se debe a que la historia busca representar sus ideas de una manera creíble, donde también encontraremos drama, intriga y una tensión que va construyéndose de manera paulatina y coherente antes de «estallar». Es por estos motivos que, cuando los momentos de acción se hacen presentes, aparecen como episodios llenos de significado y peso para la historia, cosa que puede apreciarse en la forma en que se desarrollan las secuencias; las coreografías de pelea son intensas, dinámicas, brutales y cargadas de emoción, así como también ocurre con los tiroteos, persecuciones u otros episodios agresivos donde, más allá de la destrucción y las grandes cantidades de sangre que caen sobre nuestra pantalla, vemos una cuidada presentación que logra un balance justo entre lo original y entretenido con lo emocionante y realista.
Otro punto que resulta satisfactorio de esta producción es la manera en que se va desenvolviendo su desenlace, ya que el tercer acto sirve para que toda la tensión que se ha ido acumulando a lo largo del relato pueda desatarse con algunos elementos narrativos impactantes, junto a altas cargas de emoción y sanguinarias secuencias, entre otros componentes que permiten darle a la cinta un final estupendo con cierta espectacularidad, entretenimiento y dramatismo.

Más allá de la despiadada violencia y el suspenso propio del genero del crimen, «Noche en el paraíso» resulta ser una cinta de estilizada belleza visual que profundiza en sus personajes y utiliza sus recursos artísticos de manera eficiente para entregar una historia dramática que conmueve, y al mismo tiempo, nos hace reflexionar acerca de la muerte y la venganza. El relato presentado es desarrollado como un oscuro e intrigante thriller sangriento que, en su conjunto, logra entretener, generar expectación y emocionar en la misma medida.
8/10