Reparto: Margot Robbie, Idris Elba, Viola Davis, David Dastmalchian, John Cena, Jai Courtney, Joaquín Cosío, Nathan Fillion, Joel Kinnaman, Mayling Ng, Flula Borg, Sean Gunn, Juan Diego Botto, Pete Davidson, Taika Waititi, Alice Braga, Steve Agee, Daniela Melchior, Peter Capaldi, Sylvester Stallone
Dirección: James Gunn
Género: Acción, Crimen, Fantasía, Superhéroes
Clasificación: +18
Duración: 2h 15m
Sinopsis: «Un grupo de supervillanos se encuentran encerrados en Belle Reve, una prisión de alta seguridad con la tasa de mortalidad más alta de Estados Unidos. Para salir de allí harán cualquier cosa, incluso unirse al grupo Task Force X, dedicado a llevar a cabo misiones suicidas bajo las órdenes de Amanda Waller. Fuertemente armados son enviados a la isla Corto Maltese, una jungla repleta de enemigos». (Filmaffinity)
Esta secuela de «Escuadrón Suicida» (2016), que a la vez funciona como un reboot del filme, está dirigida por James Gunn, quien tuvo libertad absoluta para sacarle provecho a una clasificación R rara vez vista dentro del género, la cual hace que su obra brille en todo su esplendor. La producción es una de esas películas que marcarán un antes y un después, al menos en el DCEU; aunque no porque sea perfecta, sino por lo que representa en sí misma.
Desde sus primeras reacciones, «El Escuadrón Suicida» prometía ser diferente, gore y bizarra, y en los tráilers solo vimos una pequeña mirada de lo que realmente sería la historia. Luego de haberla visto, la gran mayoría se dará cuenta de que la cinta es una auténtica locura, cargada de acción y humor, que saca a relucir las habilidades de James Gunn como director y guionista.
Las luces se apagan en la sala y oimos los primeros acordes de Folsom Prison Blues, la popular canción de Johnny Cash, con el logo de Warner Bros. y DC dando paso a un plano de la prisión Belle Reve. Esta excelente elección musical solo hace presagiar que el largometraje será un viaje que valdrá totalmente la pena, por muy anticipada que sea la impresión. De hecho, el inicio nos recuerda mucho a esas cintas bélicas de los ochenta, donde unos cuantos héroes militarizados tendrán que enfrentarse a una gran amenaza armada.
Poco a poco conoceremos los detalles más importantes de la historia. El Gobierno de los Estados Unidos decide sacar de prisión a varios delincuentes con poderes, con la promesa de reducir su sentencia si la operación que tendrán que llevar a cabo es todo un éxito; sin embargo, con la intención de poder controlarlos, a todos se les insertó una micro-bomba en la nuca. Los personajes serán enviados a una isla sudamericana revolucionaria con una misión en mente: destruir una instalación conocida por el nombre de Jötunheim.
Una de las grandes fallas que rodeó a la producción anterior era el tiempo que se tomó en la presentación de sus personajes. Practicamente, Warner Bros. es la primera en obviar aquella versión de David Ayer. Dicho esto, el «El Escuadrón Suicida» se encarga de hacer una presentación mucho más orgánica y satisfactoria, puesto que da por hecho que los espectadores conocen el material de partida. Este es un filme que no necesita excusarse ni pedir perdón de antemano, pero tampoco parece perdonar la vida de su antecesor, a pesar de que el director le tiene gran respeto gracias a algunos rostros ya conocidos.
James Gunn no tarda demasiado en confirmarnos que estamos ante una fiesta gore llena de escenas repulsivas y viscerales, muy similar a un slasher clásico, que pasan desde un tono de humor muy absurdo a uno más maduro, integrando bromas sexuales de todo tipo; este mix funciona mucho gracias a la originalidad de la película.
La cinta rescata la participación de cuatro personajes que brillaron en 2016 y que, una vez más, demuestran que valió la pena salvarlos. Los espectadores se re-encontrarán con Harley Quinn (Margot Robbie), quien brilla con luz propia en cada secuencia en la que aparece, evidenciando el gran cariño que el estudio mantiene por el personaje y el interés en continuar contando su historia; Boomerang (Jai Courtney), villano que sigue siendo tan hilarante y perverso como siempre; Rick Flagg (Joel Kinnaman), quien comanda, nuevamente, al equipo suicida, y Amanda Waller (Viola Davis), la malhumorada recrutadora sin escrúpulos.
A ellos suman un sinfín de caras nuevas, y la película, literalmente, abraza su premisa de ‘suicida’ en lo que será una misión casi imposible. El director sabe jugar muy bien con la idea de no saber qué personajes llegarán de la historia. Entre los nuevos rostros destacan Bloodsport (Idris Elba), quien llega como una especie de remplazo del Bloodshot interpretado por Will Smith; Peacemaker (John Cena), personaje que además tendrá su propia serie en HBO Max; Ratcatcher 2 (Daniela Melchior), quien debuta por primera vez en las adaptaciones de DC Comics, y Polka-Dot Man (David Dastmalchian), villano que, principalmente, fue adaptado por su extravagancia dentro de los comics. El escuadrón se completa con Blackguard (Pete Davidson), The Thinker (Peter Capaldi), Javelin (Flula Borg), King Shark (Silvestre Stallone), Weasel (Sean Gunn), T.D.K. (Nathan Fillion), Mongal (Mayling NG) y Savant (Michael Rooker).
Como se mencionó al inicio, «El Escuadrón Suicida» no es perfecta, pues existen aspectos que podrían haber sido mejores, como, por ejemplo, el ritmo de algunas escenas y las motivaciones de los villanos, los cuales llegan a ser olvidables y algo decepcionantes. Gracias al guion, la música y un conjunto de escenas sin ninguna censura es que se compensan estos detalles. Además, la presentación de personajes brillantes con poderes absurdos logra darle una vuelta a lo que esperaríamos de un Joker o un Deadshot, todo en manos de una mente loca como la de Gunn.
Las toneladas de gore y una divertida selección musical convierten al proyecto en un éxito creativo de inmediato. La cinta es todo lo que los fans esperaban y, finalmente, es una prueba de que los resultados pueden ser mucho mejores cuando se respeta la visión que los creadores tienen de a cada historia.
«El Escuadrón Suicida» es un delicioso caos sangriento que no encuentra dificultad para convertirse en una de las mejores adaptaciones cinematográficas de DC. Durante las 2 horas y 15 minutos de duración, los espectadores se mantendrán pegados a sus asientos, casi sin aliento, pero siempre con una sonrisa en el rostro gracias a la perspectiva sorprendente de James Gunn. Simplemente, estamos frente a un producto de calidad dentro del género, con un sello propio y personajes que se ganarán el cariño del público, si es que logran sobrevivir.
La película ya se encuentra disponible en cines (cuenta con dos escenas post-créditos).
8.5/10