Reparto: Rebecca Hall, Sarah Goldberg, Vondie Curtis-Hall, Stacy Martin, Evan Jonigkeit, Allie McCulloch, Samantha Buck, Andy Rich, Dannielle Rose, Michael Flores, Timothy Patrick Klein, Laura Austin, Crystal Swann
Dirección: David Bruckner
Género: Drama, Thriller
Clasificación: +14
Duración: 1h 48m
Sinopsis: «Mientras intenta superar la inesperada muerte de su marido, Beth (Rebecca Hall) se queda a solas en una casa cerca de un lago especialmente diseñada para ella. Aunque hace todo lo posible por no perder la cordura, los sueños no tardan en aparecer. Las perturbadoras visiones de una presencia que llama por ella en la casa comienzan a ser cada vez más frecuentes. Aunque a la luz del día todo parece normal, Beth empieza lentamente a desesperarse, por lo que decide ignorar el consejo de sus amigos e investiga en sus pertenencias tratando de encontrar alguna respuesta. Allí se topa no sólo con secretos tan extraños como terribles, sino también con un misterio que está dispuesta a resolver». (Filmaffinity)

En vísperas de la época más terrorífica del año, al menos para la pantalla grande, llega el estreno de “La Casa Oscura”, un inteligente thriller psicológico dirigido por David Bruckner y co-escrito por Ben Collins y Luke Piotrowski. Después de su estreno en el festival de Sundance el año pasado, la postergada cinta llega a las salas de todo el mundo con una forma algo trillada, pero con un fondo contundente.
En una amplia y particular casa aislada a las orillas del lago es donde transcurre esta historia. Ahí dentro, una afligida viuda lidia con él repentino suicidio de su esposo, quien fue el creador del hogar que ella habita. Un inicio que da una sensación tétrica desde el primer instante, la cual se encarece cada vez que Beth se inmiscuye en los secretos que dejó su fallecido marido, incluidos los indicios de un perturbador interés por mujeres similares a ella. Intercalando entre sueños vívidos, que se atribuyen a sonambulismo, y ocurrencias que la protagonista relaciona al espíritu de su amado, quien parece intentar comunicarse con ella, se presenta un giro oscuro, donde la mitología y el vudú jugarán un rol importante.

A primera vista, uno podría dejarse llevar por los reconocibles elementos típicos de un thriller psicológico, algo preponderantemente obvio por la locación principal y la trama sobrenatural: una viuda asediada de forma imperante por presencias oscuras y por los secretos de su marido, en una casa cuyos arcanos indican estar conectada con energías sobrenaturales que permiten apariciones siniestras. Sin embargo, esta propuesta logra mantenerse leal al género sin ser aburrida o completamente predecible, por muy familiar que se perciba su fórmula y puesta en escena.
Es palpable la conciencia que el filme posee de sí mismo, y es ese mismo rasgo el que le permite abrazar al género de buena manera, alejándose de las resoluciones más cliché, pues no rechaza su naturaleza ni cae en demasiadas pretensiones por ser algo más. Probablemente, este es el resultado de haber estado a cargo de un director y dos guionistas experimentados en el género.

Si bien la película cumple con su propósito y logra plantear un desarrollo profundo a nivel sentimental y psíquico, es necesario hacer una distinción especial al espectacular desplante que entrega Rebecca Hall, quien, además, está por su cuenta por más de 2/3 del metraje. Su personaje no solo demuestra ser una mujer asertiva, sino que también se ve como una persona sumamente oscura, tanto así que su convivencia con presencias siniestras parece molestarla antes que causar terror. La alta complejidad de la actuación de Hall logra entregar múltiples matices y conductas, y sobre todo un difícil duelo, dejando en evidencia a un personaje que no teme perseguir lo que quiere ni se empequeñece para hacer sentir cómodos a otros. De igual forma, cabe destacar que, en general, el pequeño cast principal tiene un fuerte impacto en la historia; pero, sobre todo, un vínculo importante y potente con la protagonista, y es claro que su presencia no es solo un dispositivo narrativo.
A pesar de empezar de forma lenta, «La Casa Oscura» lleva un ritmo constante que va escalando de forma exponencial hasta explotar en el tercer acto, de una manera que podría dejar a algunos desconcertados o insatisfechos por su velocidad. La narrativa logra hacer partícipe al espectador sin abusar de diálogos expositivos, ya que busca formas creativas para entregar información; sin embargo, estas decisiones perjudican en más de una ocasión a la historia y hacen que sea difícil seguir el hilo narrativo, pues se complejiza más de lo necesario. De manera análoga, el interés crece gracias a su juego visual con los espacios negativos, que además encarnan una gran metáfora para uno de los temas principales de la película.

“La Casa Oscura” no solo busca tener a su audiencia atenta y cautiva en una atmósfera perversa, también busca entregar una historia con profundidad de mente y corazón. Si bien se queda al debe en algunos aspectos, el filme es un ejemplo clásico de un thriller psicológico que logra entretener y cumplir con las expectativas del género, saliendo adelante de forma sólida y concisa.
En definitiva, esta es una experiencia que los fanáticos del género podrán disfrutar, especialmente si es en una sala de cine que permita sumergirse más en el aire de misterio y psicosis.
7/10