Reparto: Kōichi Yamadera, Megumi Hayashibara, Unshō Ishizuka, Aoi Tada, Norio Wakamoto, Gara Takashima
Creadores: Estudio Sunrise, Shinichiro Watanabe, Keiko Nobumoto, Toshihiro Kawamoto, Kimitoshi Yamane
Género: Anime, Ciencia Ficción, Western Espacial, Neo-noir, Aventura, Drama, Acción, Comedia
Año: 1998
Clasificación: +16
Episodios: 26
Plataforma: Netflix
Sinopsis: “En el futuro lejano, Spike Spiegel es un cazarrecompensas con una actitud relajada y gran habilidad en las artes marciales. Junto a sus socios, va de un trabajo a otro por toda la galaxia en busca de fugitivos de alto precio”. (IMDb)

Para alegría de muchos, el clásico anime de 1998 llegó, finalmente, a Netflix. Aunque la versión con actores no logró alcanzar el nivel de calidad del anime, presentando múltiples fallas, ésta ayudó a valorar aun más a «Cowboy Bebop» como animación y a entender por qué ha sido tan influyente. La incorporación de esta serie animada a la plataforma de streaming es, sin duda, un gran aporte a su catálogo de animación japonesa, ya que es una de las mejor logradas del género, en todo sentido. Además, el hecho de que se encuentre disponible en línea, a nivel mundial, permite que sus seguidores más antiguos, al fin, puedan revivir sus geniales capítulos, fácilmente y en buena calidad. De igual manera, se hace posible que nuevas audiencias descubran este trabajo y la excelencia de su legado.
La premisa de «Cowboy Bebop» es, aparentemente, sencilla: en el año 2071, un grupo de peculiares cazarrecompensas espaciales viven diferentes aventuras que serán el punto central de cada episodio; sin embargo, lo primero que hace la diferencia, es la forma en que esta idea se desarrolla al unir, hábilmente, una variedad de estilos como el western, la ciencia ficción y el noir. Acompañándose de temáticas un tanto filosóficas en su narrativa y un conjunto de personajes que no solo están bien construidos, sino que también cargan con ciertos conflictos existenciales, más allá de los estereotipos asociados normalmente al héroe ‘cool’. Además, aquello es envuelto en una increíble banda sonora y un estilo de dirección cuidado, que se asemeja más al cine tradicional que a la animación. Todos estos elementos, en conjunto, permiten que desde un comienzo la serie se sienta positivamente distinta a algunos anime de la época, o incluso a muchos que existen en la actualidad.

Su título, «Cowboy Bebop», se compone de dos conceptos. El primero, es la jerga usada en el espacio para referirse a los cazarrecompensas: Cowboy (vaquero), palabra que, a su vez, hace alusión al viejo oeste y a quienes cumplían ese rol en el cine western. En segundo lugar, ‘Bebop’ es el nombre de la nave principal de la historia, comandada por Jet Black, un imponente ex-policía con un brazo biónico quien, además de ser el dueño y capitán del vehículo, hace el papel de mecánico, cocinero, figura paterna del equipo, consejero y amigo incondicional, con un sentido de justicia inamovible. Es quien posee, quizás, el carácter más maduro y sensato del grupo. Si bien la narrativa da espacio a cada tripulante del Bebop, el principal protagonista es el carismático Spike Spiegel, quien se muestra, frecuentemente. despreocupado, un tanto rebelde y bastante cínico; pero que, detrás de sus habilidades en combate y su exterior ‘rudo’ o apático, esconde vulnerabilidad, bondad y un melancólico pasado misterioso, que se irá revelando a medida que los episodios avanzan.
También encontramos a Faye Valentine, una verdadera artista de la estafa, suspicaz, muy hábil con las armas y experta seductora. Es una chica que siempre muestra mucha actitud, independencia y un aparente rechazo por entablar relaciones de cualquier tipo, sin embargo, descubriremos que el motivo de su comportamiento tiene un origen mucho más trágico y traumático de lo que aparenta. Este personaje representa, de cierta manera, el arquetipo de la femme fatale, presente en el cine noir, pero con un giro moderno y de mayor significado. Su conflicto expone la manera en cómo los recuerdos, o la falta de ellos, pueden influir en la formación de la propia identidad y el rol que estos juegan en el instinto de supervivencia y sentido de pertenencia.
Otro integrante del grupo es Ein, un cachorro de raza corgi que ha sido manipulado genéticamente en un experimento de laboratorio, lo que le ha dado un intelecto especial. Finalmente, está Ed, también conocida como Edward, una niña genio y hacker de 13 años que, debido a haber crecido gran parte de su infancia por su cuenta, sin la presencia de sus padres, se ha mantenido con una ingenuidad tal que ni siquiera sabe distinguir cuál es su género, ni tampoco conoce su nombre real. Es un personaje bastante tierno y un tanto extraño que, a simple vista, parece existir como alivio cómico, pero que, en realidad, entrega un mensaje genuinamente positivo con su entusiasmo, inocencia y la simpleza con la que se toma el día a día.

Las consecuencias o impacto del pasado y la manera en que sus personajes se enfrentan a él, es un tema recurrente en la trama. Tal como ocurre en la sesión N°11, «Toys In the Attic», donde cada integrante del Bebop da un consejo usando ejemplos triviales, es que también nos van mostrando lecciones de vida, de mayor impacto, durante toda la serie, por medio de sus experiencias y acciones. Uno a uno, los episodios representan un nuevo viaje emocional o una enseñanza diferente que es tratada con cuidado artístico y que existe para ir completando el desarrollo de sus héroes. Desde el primer capítulo, el espectador se va dando cuenta que la premisa sobre un grupo de cazarrecompensas es, en realidad, una excusa para ilustrar el carácter y profundidad de sus protagonistas.
La tripulación del Bebop es una especie de familia formada por accidente, donde un conjunto de individuos improbables se unen, por casualidad, y terminan por formar vínculos más allá de su asociación para atrapar bandidos. Su interacción ocurre mientras recorren la galaxia, enfrentando peligros, tragedias y buenos momentos, con música genial de fondo. Es por esto que las historias que encontramos a lo largo de la temporada son variadas, originales o hasta impredecibles, ya que lo dinámico no se reserva solo para el intercambio entre personajes. Existen fluctuaciones en el contenido, tono e ideas de cada ‘sesión’, lo que ayuda a mantener la frescura de la serie y a su audiencia captiva. De esta manera, podemos encontrar humor, acción, aventura y drama, pero también relatos donde participan personajes no binarios, existen clones, mafias, virus, elementos religiosos; donde se tratan temáticas como la locura, la inteligencia artificial, el terrorismo, el feng shui y hasta las consecuencias de los desastres climáticos, entre otros .

No es un secreto que «Cowboy Bebop» posee uno de los mejores y más icónicos openings de la historia del anime, el tema «Tank!», interepretado por Seatbelts, la banda de Yoko Kanno. Esto no es casualidad, ya que la música compuesta por Kanno es una protagonista más de la serie. Aquí la banda sonora no solo es ambiental, sino que funciona como el soundtrack de una película, participando como un guía que nos lleva de la mano a través de la narrativa. El aspecto musical enfatiza las emociones, ánimos y el significado que tienen las experiencias para sus personajes. En sí juega un rol tan importante que incluso los capítulos se denominan ‘sesiones’ y sus títulos contienen nombres de estilos musicales como, por ejemplo, sinfonía, blues, samba, serenata, boogie, funk, heavy metal, entre otros. De igual manera, algunas de las sesiones del anime hacen referencia a canciones conocidas, como es el caso de «My Funny Valentine», «Bohemian Rhapsody», «Stray Dog Strut» o «Sympathy for the Devil», por nombrar algunos.
Junto a sus temáticas reflexivas y personajes sólidos, la producción se caracteriza por su sentido de ‘estilo’ que se explora en todos los ámbitos posibles. Dentro de esto, el concepto de jazz no solo figura como elemento musical o narrativo, sino que también se traslada a lo visual, comenzando por la secuencia de apertura de la serie, que atrapa la atención desde el primer segundo, prometiendo un material de buena calidad, dinámico y original. Este opening establece de una manera genial y consecuente casi todos los elementos del programa, desde la mezcla de géneros, la importancia de la música, hasta el tipo de personajes que vamos a encontrar, como si se tratara de una declaración de intenciones o un ‘mapa conceptual’ de lo que veremos inmediatamente después, cuando comience el episodio.

Otro de los puntos admirables de «Cowboy Bebop» es la manera en que logra exponer sus ideas de manera consecuente e inventiva, considerando la variada combinación de estilos presentes en su relato. Desde la estructura de los episodios, hasta el guion y lo estético, el anime nos presenta una narración altamente dinámica y original que experimenta con múltiples conceptos, pero sin descuidar nunca la historia principal, siempre manteniendo el hilo de lo que quiere expresar y desarrollando todas sus premisas con profundidad. En este sentido, la cinematografía juega un rol clave.
El trabajo de fotografía y dirección denota afecto por el género, junto a un compromiso artístico hacia el relato y el desarrollo de sus personajes. A través de toda la serie, nos encontramos con diversos planos, paletas de colores, estilos de iluminación, texturas y movimientos de cámara, que varían según las necesidades de la historia, siempre enfocándose en las emociones y personalidad de sus protagonistas. Las decisiones de composición van de la mano con el mensaje de las escenas, más allá de lo estético, uniéndose en un balance perfecto con el resto de los elementos de la producción, agregando mayor significado, junto a un toque de sofisticación y peso a la narrativa.

«Cowboy Bebop» es un clásico imperdible del anime que, a casi 25 años de su estreno, sigue igual de fresco e inigualable. Una historia original, artística y altamente entretenida, que fue pionera en su momento al incorporar elementos del film noir, ciencia ficción y el western dentro de la animación japonesa de una manera bastante particular, convirtiéndose en una de las series más influyentes de su época. Sus personajes entrañables y multidimensionales se complementan con los temas filosóficos y existencialistas presentes en su dinámico relato, el cual es envuelto en sofisticados recursos cinematográficos y una extraordinaria banda sonora, entregando una propuesta que aún logra deslumbrar a cualquier seguidor del cine o de la animación.
10/10