Reparto: Max Schimmelpfennig, Lise Risom Olsen, Caroline Hartig, Nadeshda Brennicke, Mike Hoffmann, Lea van Acken, Tijan Marei, Milena Tscharntke, Roman Knizka, Horst Janson
Director: Felix Fuchssteiner, Katharina Schöde
Género: Terror
Clasificación: +16
Duración: 1h 47m
Sinopsis: “Un adolescente acomodado y sus amigos, alumnos de un instituto de élite, destapan una siniestra conspiración mientras investigan una serie de extraños eventos sobrenaturales”. (Filmaffinity)

Desde el fenómeno mundial en el que se convirtió la serie «Dark», otras producciones de origen europeo, alemanas en particular, no se hicieron esperar. Cabe mencionar que la obra mencionada dejó la vara bien alta en lo que respecta a calidad televisiva, por tanto, cualquier otra producción del país se vería obligada a lidiar con las expectativas de la audiencia. De esa forma, llegamos a «El Privilegio», una cinta que prometía una propuesta de terror distinta que arrasaría en la plataforma de streaming Netflix.
Siendo justos, la propuesta narrativa que se deja ver en los primeros minutos es tan interesante, como atrapante. En un par de secuencias se logra generar cierta sensación de incomodidad, propia del género del terror, y se originan las primeras interrogantes, que, de inmediato, comienzan a golpear las paredes internas de nuestra cabeza. Punto logrado, el inicio es prometedor, los directores fueron capaces de sembrar esa cuota de miedo con gran destreza, y el espectador ya se sienta al borde del sofá, a la espera de lo que ocurrirá a continuación. Sin duda, todo indicaba que el filme seguiría un camino recto, entregándonos altas dosis de gritos y saltos, aunque no fue así.

¿Qué pasó entonces? Básicamente, la historia comienza a tambalear y el aspecto terrorífico se va desinflando poco a poco. Es como si la película no lograra superar su propio inicio, dejando la sensación de promesa incumplida. La trama, que buscaba responder esas primeras interrogantes planteadas, se comienza a enredar y se transforma en una dinámica confusa que no logra tomar forma. Cada vez se suman más ingredientes a la historia, los que no suman, sino que terminan siendo un popurrí de elementos que no cuajan del todo. Para que quede claro, la historia que aparentaba, en un inicio, tener un aspecto más sobrenatural y fantasmagórico, termina incluyendo hongos alucinógenos, rituales extraños, adopciones fraudulentas de huérfanos, conspiraciones farmacéuticas, tráfico de cadáveres, la corrupción de todo un pueblo y algo que pareciera ser una logia o secta. Una mezcolanza que solo logra que la película pierda verosimilitud y la narración de terror no genere tensión.
Nuevamente, las ideas detrás del guion eran interesantes y tenían potencial, pero el desarrollo de estas no se ejecutó de la mejor forma. Se nota que los directores quisieron mostrar algo distinto, que quisieron explorar algo nuevo dentro de las historias de terror que conocemos; sin embargo, el relato se torna tan confuso que no se disfruta completamente. De hecho, el final también es extraño, con la clara intención de final abierto, o, incluso, de proyectar una posible segunda parte, pero cae en la obviedad sin dejar nada para la sorpresa. Un final que ya hemos visto en otras producciones dentro del género.

Dentro de lo que podemos destacar, sin duda, hay que poner en primer lugar el trabajo de fotografía, como también el diseño de producción. En un guiño a la nombrada «Dark», «El Privilegio» se desarrolla en un pueblo semi rural, donde los bosques y la lluvia son protagonistas claves del relato, con la clara intención de que la naturaleza sombría aporte a la ambientación terrorífica. Una sensación de ahogo e incertidumbre que se maneja bien y que permite mantener algo de coherencia en la historia completa. En segundo lugar, las actuaciones también tienen algo que destacar: en una película donde el guion no cumple, es el reparto quien la sostiene. Actuaciones creíbles, intensas y sobrias que hacen mantener la producción a flote.
Con un inicio muy prometedor e ideas interesantes, la historia de «El Privilegio» se va desinflando poco a poco, dejándonos un sabor a decepción al final. Teniendo todo para triunfar, o al menos desarrollar una historia creíble, el guion se auto-sabotea, dando paso a un relato confuso y cargado de elementos que no aportan. Más allá de algunos momentos de miedo y de una correcta ambientación, la cinta no cumple el objetivo de una producción del género, siendo una gran promesa incumplida.
4/10