Artista: Rosalía
Género: Experimental, Flamenco Pop, Hyperpop, Reggaeton
Canciones: 16
Duración: 42min 25s
Sello: Sony Music
Año: 2022

Rosalía nos sorprende una vez más con «Motomami», su tercer álbum de estudio, que ha sido capaz de cerrarle la boca a todos quienes cuestionaban el rumbo experimental que estaba mostrando la cantante después de “El Mal Querer”. Cierto es que la artista española siempre ha sido rupturista en su género, pero en esta ocasión se aleja por momentos de su sonido flamenco tan peculiar. Sin embargo, ella sigue ahí, mostrando su faceta más urbana y fresca.
«Saoko» abre el material discográfico. Esta canción sampleada es un claro homenaje al track del 2004 «Saoco», de Daddy Yankee y Wisin. En cerca de 2 minutos, Rosalía nos presenta una serie de imágenes de transformación, porque después de todo, esa es su propuesta en «Motomami»: mostrarse sobre todo como una artista versátil. Claramente la española disfruta haciendo tambalear el status quo, y sin duda lo logra en esta ocasión.
Después llega «Candy», probablemente mi tema favorito de este álbum: un perreito triste como solo Rosalía sabe hacerlo, nuevamente de la mano de un reconocimiento al reggaeton antiguo. «Candy» de Plan B es la fuente de inspiración de este track, que te obliga a menear las caderas, pero de una manera melancólica.
Comienza la primera colaboración del disco: «La Fama» (with The Weeknd), una canción que probablemente todos ya hemos escuchado, una bachata que nos introduce como leitmotiv del álbum lo ingrata que puede ser la fama.

Llega «Bulerías», que claramente nos recuerda a su álbum anterior por su sonido flamenco y funciona como una hermosa transición de lo que Rosalía nos mostró en «El Mal Querer», pero mezclado con lo nuevo de esta propuesta.
‘Pa’ ti naki, Chicken Teriyaki’. Nuevamente vemos que esta artista hace magistralmente lo que se le da la gana y nos presenta una canción pegadiza, con una letra que es graciosa, pero icónica.
En «Hentai», la intérprete se pone romántica y paralelamente nos muestra graciosas metáforas, es así como con un piano precioso nos cuenta sus sentires más calientes. Esta canción nos recuerda la gran técnica vocal que tiene la española y lo cambiante que puede ser, pues la balada termina con un toque de hyperpop inesperado.
De nuevo se hacen presentes las referencias al reggeaton de los 2000. «Bizcochito» claramente toma como inspiración a «Saoco» y con una letra irreverente nos entrega una canción con ritmo sorprendente.

La cosas se vuelven a poner sentimentales con «G3 N15», una canción bastante personal, donde Rosalía le canta a su familia, a quienes extraña por estar lejos de ellos. Finalmente remata con un conmovedor audio de su abuela. La soledad le pegó fuerte a la cantante y así lo confiesa en los cuatro minutos que dura la canción.
«Motomami» llega con otra lírica incomprensible, pero la verdad es que este track encanta, porque posee un ritmo audaz y resume muy bien la estética de este álbum: minimalismo, muchas motos, ritmos urbanos y un toque de cultura japonesa.
Llega «Diablo», otra joya que nos recuerda lo atormentada que ha dejado la fama a Rosalía. Una voz diabólica le enrostra que está perdiendo su rumbo en la música, pero la cantautora pisa firme y no se deja intimidar. Si hay una manera de cerrarle la boca a los haters, definitivamente es esta.

Pasando más de la mitad de este material discográfico, llega el único cover: el bolero «Delirio de Grandeza», que originalmente es de Justo Bentacourt y que tiene como idea central la fama. Es aquí donde se hace más obvio el concepto que lleva todo este trabajo musical.
El hyperpop se toma este álbum con «Cuuuuuuuuuute», que explora al máximo lo experimental y nos muestra un sonido bien explosivo, cambiante y frenético, que se asemeja por momentos a una batucada.
En «Como un G», vuelve con un sonido calmado y angelical, pero bastante desgarrador por momentos. Rosalía se propone tocar las fibras más sensibles de sus oyentes con una lírica sentimental y una vibra oscura. La frase ‘porque yo mato por ti’, corona esta canción intensa, que muestra lo pasional que es la artista.

«Abcdefg» es un recopilatorio de imágenes visuales que usa la cantante en «Motomami» y en toda su música. Rosalía destruye el abecedario y lo rehace a su manera de una manera bastante original.
La otra colaboración de este álbum es «La Combi Versace», con Tokischa, una artista dominicana que comparte créditos por segunda vez con la española. Este track sorprende por su sonido fresco y su potencial para convertirse en un hit bailable.
El broche de oro de este trabajo discográfico es «Sakura, una canción con un aura celestial y melancólica, que recuerda a los shows en vivo. En la lírica, Rosalía vuelve a hacer un statement sobre la importancia de tomar riesgos, ser libre y auténtico, pues después de todo, eso es «Motomami»: 16 canciones que nos muestran de manera confesional quién es ella, sus diferentes facetas y que siempre es posible reinventarse sin dejar de ser uno mismo.

Rosalía es por, sobre todas las cosas, fiel a sí misma, y lo muestra en cada segundo de «Motomami». Definitivamente, este es su trabajo más audaz y rupturista; sin embargo, conociendo a Rosalía, es muy probable que vuelva a sorprendernos en el futuro.
Este trabajo discográfico se encuentra disponible en Spotify, Tidal, Deezer, Apple Music y Youtube.
Frases favoritas:
‘Qué pena cuando quieres algo pero Dios tiene otros planes pa ti’ – «Como un G»
‘Las llamas son bonitas porque no tienen orden/ Y el fuego es bonito porque todo lo rompe’ – «Sakura»
10/10