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Review «Ámsterdam»: Un viaje sin mucha dirección

Reparto: Christian Bale, Margot Robbie, John David Washington, Alessandro Nivola, Andrea Riseborough, Anya Taylor-Joy, Chris Rock, Matthias Schoenaerts, Michael Shannon, Mike Myers, Taylor Swift, Timothy Olyphant, Zoe Saldana, Rami Malek y Robert De Niro

Dirección: David O. Russell

Género: Comedia, Drama, Ficción Histórica

Clasificación: +14

Duración: 2h 6m

Sinopsis: “Epopeya romántica sobre tres amigos que se ven envueltos en una de las tramas secretas más impactantes de la historia de Estados Unidos. Basada en hechos que se mezclan con ficción”. (Filmaffinity)

Harold (Washington), Burt (Bale) y Valerie (Robbie). Foto: 20th Century Studios

«Ámsterdam», la última película producida, escrita y dirigida por David O. Rusell («Silver Lining´s Playing Book», «American Hustle») sin lugar a dudas es ambiciosa: cuenta con un cast de primera categoría, un trabajo técnico y de puesta en escena excitante y original y una trama compleja de explicar. A grandes rasgos, esta corresponde a la historia de un doctor y un abogado (Bale y Washington) que se ven envueltos en el asesinato de un hombre de renombre que esconde una conspiración más grande de lo que pueden dimensionar. En su encrucijada para probar su inocencia y descubrir la verdad que esconde la situación, se reencuentran con una vieja amiga (Robbie), con quien entablaron una amistad en Francia durante la primera guerra y pasaron una temporada gloriosa en Ámsterdam. El trío nuevamente se une para evitar una catástrofe de magnas proporciones en una serie de inesperados giros sin sentido y laberínticos eventos.

La cinematografía a cargo de Emmanuel Lubezki («The Revenant», «Gravity») y la dirección de arte por parte de Danielle Osborne logran crear unos años ’30 particulares, que buscan destacar un estilo único, centrado en los veteranos de la guerra, en contraste al mundo de la alta sociedad americana. Hay una jugada audaz y acertada en abordar una mirada de heridas y miembros perdidos de los sobrevivientes del conflicto bélico que juegan con un trabajo de vestuario y maquillaje impecable. Por otro lado, el trabajo de fotografía logra ágiles y bellos encuadres, entregando una obra de arte en cada plano, que resaltan una diversa paleta de colores suave y delicada, donde predominan tonos ocres de añoranza e índigos melancólicos.

La travesía de los protagonistas los cruzará con agentes internacionales. Foto: 20th Century Studios

Las performance de los actores llegan a ser un punto alto, no obstante, desaprovechado. El talento no es suficiente para tapar la falta de química y la inconsistencia en puntos claves del filme, que complican la intriga de forma desfavorable. Si bien el trío principal de Bale, Robbie y Washington logra transmitir una amistad encantadora y deslumbran por su cuenta, el amorío entre los dos últimos resulta poco creíble, en especial cuando su relación debía ser un contrapunto genuino en un mundo lleno de ardid por cuidar un status en sociedad. La fuerza antagonista consiste en apariciones endebles y escasas que no logran plantearse más allá de una idea sin una presencia amenazante en pantalla, desaprovechando la posibilidad de potenciar la oposición a su discurso con mayor fuerza. Por otro lado, a través de los personajes más ambiguos se busca crear un juego intelectual de sospecha que, sin embargo, se queda en un plano confuso y disonante.

La historia busca crear un tono único, con diálogos y momentos que no logran la profundidad y poesía a la que apuntan. Hay momentos de gran ingenio y ejecución, pero se pierden en una trama intrincada, que entrelaza múltiples aristas de una manera intercalada, sin una persistencia en su narrativa, tornándose caótica. No hay un hilo conductor claro y la trama de los protagonistas compite constantemente con la conspiración en la cual se basa. Esto conlleva a que no se pueda distinguir el mensaje principal, ya que la ficción y la trama histórica sobre la cercana introducción del fascismo a EE. UU. no logran coexistir de manera congruente ni armónica. Finalmente, la suma de sus partes no logra ser más que una amalgama de buen material que no acaba por unificarse.

La familia Voze (Malek, Taylor-Joy) atiende la Gala de veteranos. Foto: 20th Century Studios

«Ámsterdam» se presenta como una experiencia ostentosa y arriesgada que no logra su cometido al enfrentar severas dificultades, tanto de trama como de personajes. Cada elemento parece deslumbrar de forma individual y no así como un conjunto, saturando la pantalla con un sinfín de confabulaciones que acaban por entorpecer su desarrollo en vez de otorgarle profundidad. Hay un intento de lograr algo único y particular desde la creación de universos y caracterización de personajes que, a ratos, no es suficiente para avanzar en una trama excesivamente engorrosa con un foco inestable que perjudica las posibilidades de ahondar en las temáticas más controversiales y atingentes que contiene. Sin perjuicio de lo anterior, sin duda cuenta con un trabajo técnico y visual excelente que genera una atmósfera única y mágica que logra diferenciarse y dejar un sello propio.

6/10

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