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Review «Pantera Negra: Wakanda Por Siempre»: La emotiva despedida a Chadwick Boseman

Reparto: Letitia Wright, Angela Bassett, Danai Gurira, Tenoch Huerta, Lupita Nyong’o, Winston Duke, Dominque Thorne, Martin Freeman, Mabel Cadena, Michael Coel, Alex Livinalli, Lake Bell, Maria Mercedes Coroy

Dirección: Ryan Coogler

Género: Drama, Acción

Clasificación: +7

Duración: 2h 41m

Sinopsis: “La reina Ramonda, Shuri, M’Baku, Okoye y las Dora Milaje luchan para proteger su nación de la injerencia de potencias mundiales a raíz de la muerte del rey T’Challa. Mientras los wakandianos se esfuerzan por adaptarse a su nueva etapa, los héroes deben actuar unidos, con la ayuda del Perro de la Guerra Nakia y Everett Ross, y forzar un nuevo destino para el reino de Wakanda”. (Filmaffinity)

El primer acto de la película presenta emotivos homenajes a Chadwick Boseman en su rol de T’Challa. Foto: Marvel Studios

El 28 de agosto de 2020, los fanáticos de Marvel y el mundo del cine en general sufrieron una inesperada y triste pérdida. Chadwick Boseman, actor intérprete de Black Panther en el UCM, había fallecido de un cáncer al colón que había mantenido en secreto para el público durante años. Las masivas despedidas y homenajes no se hicieron esperar, y es que Boseman no solo había marcado un precedente con su interpretación del príncipe T’Challa, trayendo a este universo un personaje más complejo, cálido y reflexivo que aquellos a los que suele acostumbrar la franquicia, sino que también se había convertido en una especie de símbolo de revolución cultural en cuanto a la representación de sus raíces en la industria; T’Challa se había convertido en un ícono para la comunidad negra, que por fin veía a un héroe arraigado a sus tradiciones y problemáticas, siendo representados de manera fiel y sin prejuicios. Una conexión con el público que el actor terminó de sellar con su trato humilde y cercano fuera de cámaras.

Es por esta razón que, luego del correspondiente luto y celebración a la vida y legado de Boseman, muchos se preguntaron cómo abordaría Marvel Studios la pérdida de uno de sus más grandes nombres. La secuela había sido anunciada un año antes durante la Comic Con de Nueva York, por lo que muchos temían que fuera a cancelarse, o que el icónico actor fuera a ser reemplazado. Sin embargo, Kevin Feige, Victoria Alonso, Ryan Coogler y otros cabecillas del proyecto decidieron seguir adelante, honrar el legado del fallecido actor sin reemplazarlo y seguir contando la historia del reino de Wakanda a través de sus personajes secundarios. ¿Funcionó el cambio de planes tomado por el equipo? ¿Logra «Pantera Negra: Wakanda Por Siempre» alcanzar el estatus de fenómeno cultural que significó la primera entrega?

Tras la partida de T’Challa, la reina Ramonda (Bassett) deberá proteger a Wakanda a toda costa. Foto: Marvel Studios

La película da inicio con un tributo al personaje y al actor, ambos se homologan como queridas y respetadas figuras que han dejado el plano de los vivos atrás. Un inicio sobrecogedor y emotivo que calienta los motores de lo que será un viaje mucho más maduro, personal e íntimo que cualquier otra aventura de Marvel que se haya visto con anterioridad. Se nota que hay una solemnidad y cuidado a la hora de narrar una historia sobre la pérdida y cómo la afrontamos sin nublar nuestras vidas, evitando, en la mayoría del metraje, caer en chistes fuera de lugar o en secuencias de acción sumamente espectaculares que pudiesen opacar la progresiva y orgánica construcción de personajes. Se nota que esta película vibra en un tono distinto al resto de lo que se ha visto en la historia reciente de Marvel; tiene su propio ritmo, su propia visión respecto al mundo. Además, intenta contar su historia desligándose un poco del luminoso universo macro en el que está inserta, pero sin despegarse demasiado del género en el que se incuba para cumplir con las exigencias de un público al que ya no se puede decepcionar.

En consecuencia de lo anterior, las secuencias de acción, muy pulidas y magistralmente coreografiadas, se sienten como un verdadero reto para quienes se enfrentan en pantalla. Después de mucho tiempo y numerosas producciones fluctuantes en cuanto a calidad, se puede sentir que las fuerzas en conflicto están realmente vivas y sirven un propósito mayor que el de ser un dispositivo de trama. Tanto el equipo de Wakanda como el de Talokan tiene algo que arriesgar y es fácil caer en una especie de tira y afloja respecto a la posición por la que uno como espectador le gustaría decantarse; ambas fuerzas han sido descritas de forma tan compleja y completa (para los estándares del estudio), que una derrota, para cualquier bando, sería catastrófica.

Las decisiones de Wakanda en el pasado llevarán a Namor (Huerta) a declararle la guerra al reino. Foto: Marvel Studios

En ese apartado hay que destacar la enorme inclusión de Tenoch Huerta al reparto. El rey Namor de Talokan se presenta como un antagonista igual de complejo y empatizable que el aclamado Killmonger, pero cuya mitología y trasfondo son aún más ricos en cuanto a representación cultural e impacto tanto dramático como visual. El reino al que representa se ha visto empapado de una celebración a las culturas indígenas mesoamericanas que calza a la perfección con la temática que aborda la secuela y que se fusiona de manera exquisita con la ya establecida estética de la cultura wakandiana. Quizás, aunque se presente de manera visualmente espectacular, Talokan quede algo inexplorado en cuanto a su funcionamiento, debido a que ya están sucediendo demasiadas cosas en la historia como para detenerse a revisar las divisiones políticas, sociales y culturales de este mundo submarino; algo que queda como un gran pendiente para una futura producción que quiera explorar esta locación en profundidad.

El reparto en general está en una nota alta, siendo casi imposible encontrar a alguien que esté por debajo de la media en cuanto a interpretaciones. Cada actor y actriz ha dado bastante de sí en una película que pasa por rangos emocionales muy fuertes, destacando los momentos dramáticos protagonizados por unas brillantes Angela Basset y Letitia Wright, esta última convirtiéndose en la real protagonista de la cinta y siendo quien lidera el impecable elenco. Notables como siempre Danai Gurira, Lupita Nyong’o y Winston Duke; el cariño y la dedicación por crear un tributo a su fallecido colega se deja ver en cada uno de ellos. Quizás un personaje que parezca estar sobrando y cuya aparición parece ser más por las conexiones con el UCM, antes que un verdadero aporte al progreso de la trama, es el Agente Everett Ross, interpretado por Martin Freeman, quien cumple tan pocas funciones dentro de la historia, que podría ser eliminado por completo, y poco o nada cambiaría; aunque sí otorga algunos momentos de fan-service que pueden complacer a los seguidores más acérrimos.

Wakanda tendrá que recurrir a viejos aliados para librar la batalla. Foto: Marvel Studios

Dominique Thorne en el rol de Riri Williams es una agradable inclusión al reparto. La joven actriz tiene suficiente carisma para servir como un sutil alivio cómico y, a la vez, lograr ocultar de manera casi satisfactoria el hecho de que ha sido añadida a la película con la única intención de ser utilizada como un dispositivo de trama humano. Tal vez la identidad del personaje podría ser intercambiable, cualquier otro personaje de alto intelecto en el enorme catálogo de Marvel Cómics podría haber cumplido la misma función dentro de la narración. Honestamente, el hecho de que Riri Williams sea un punto de conflicto entre fuerzas contrapuestas pareciera haber sido más una movida de marketing para promocionar la serie que protagonizará el próximo año en Disney+. Aunque, si hay que ser justos, esta maleabilidad en cuanto a la identidad del personaje se corrige levemente en el tercer acto de la cinta, con una Riri que intenta justificar a toda costa su existencia dentro de esta guerra.

En cuanto al apartado técnico, los efectos visuales están mucho más cuidados y mejor elaborados que en cualquier otro proyecto de la Fase 4; un paso adelante para un estudio que parece estar resolviendo una etapa que lo tuvo en el ojo de las críticas durante un par de años. Aún es posible vislumbrar un par de efectos poco convincentes en algunas secuencias de acción, pero son tan pocos en comparación a producciones previas que, incluso, podrían pasar desapercibidos a ojos más distraídos. Por otra parte, Ludwig Göransson, la gran promesa de la composición musical contemporánea, vuelve al rol que cumplió en la primera entrega, aportando con un soundtrack quizás menos pegadizo, pero mucho más poderoso que aquél que se llevó una estatuilla en los Oscar hace algunos años; es posible que muchas de las nominaciones que «Pantera Negra» se llevó en 2018 sean repetidas en la temporada de premios venidera.

Si hay que buscarle un defecto a una cinta, en su mayoría, bastante redonda, es que parece extenderse mucho más de lo que de verdad debería durar. La película peca de contener mucho relleno en algunas instancias, dando demasiadas vueltas para llegar a ciertos puntos que podían ser alcanzados transitando caminos mucho más cortos. A pesar de tener una estructura similar a su predecesora y de tocar temáticas también muy similares entre sí, esta parece tomarse mucho más tiempo para desarrollar sus conflictos y cuestionamientos, llegando a ser, en ocasiones, algo redundante; pero es algo que puede ser perdonado debido a que intenta dar algunos giros más oscuros e inesperados para, justamente, marcar una diferencia.

Las Dora Milaje siguen siendo fundamentales para la protección del reino. Foto: Marvel Studios

«Pantera Negra: Wakanda Por Siempre» puede presumir de alcanzar los mismos logros que llevaron al éxito a la primera entrega. Siguiendo una estructura narrativa similar y tocando casi los mismos tópicos, lo que diferencia a esta secuela respecto de su predecesora son los caminos oscuros y los giros que toma este nuevo transitar, dando una visión un poco más negativa y trágica. Una cinta cuyo tono se distancia del universo en que se sitúa, con un elenco que carga un peso dramático sin precedentes dentro del UCM, construyendo una historia atrapante a través de personajes complejos y fuerzas en pugna que arriesgan todo por sus propias agendas.

Una narración encantadora que se potencia con un apartado técnico casi impecable, que seguramente volverá a tener sus nominaciones en la temporada de premios y que termina de erigir un perfecto homenaje al fallecido Chadwick Boseman. Muchos fanáticos pueden decir con alegría que, después de mucho tiempo, Marvel Studios volvió a sus días de gloria.

Si se lo preguntan —y seguramente lo estarán haciendo— hay solo una escena entre créditos.

8/10

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