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Review «El Hijo»: De masculinidades y trauma generacional

Reparto: Hugh Jackman, Laura Dern, Vanessa Kirby, Anthony Hopkins, Zen McGrath, William Hope, Akie Kotabe, Danielle Lewis, Nancy Baldwin, Reza Diako

Dirección: Florian Zeller

Género: Drama

Clasificación: +12

Duración: 2h 3m

Sinopsis: “La ajetreada vida de Peter junto a su nueva pareja Emma y su bebé se convierte en un caos cuando su ex esposa Kate reaparece con su hijo adolescente, Nicholas, un joven problemático con el que es difícil comunicarse, por agresivo y distante, y que acaba de abandonar la escuela”. (Filmaffinity)

Nicholas (McGrath) y sus padres Ben (Jackman) y Kate (Dern) Foto: Diamond Films

En 2020, el dramaturgo Florian Zeller adaptó su obra «El Padre» a un largometraje protagonizado por el brillante Anthony Hopkins, siendo el material de origen una parte su premiada tríada de obras teatrales, que sigue una línea de dramas familiares y también incluye «La Madre» y «El Hijo». Dos años más tarde, el francés decide adaptar este último título, centrado en un núcleo familiar fracturado, a través del que se explora la forma en que un entorno cercano sobrelleva los problemas de quienes padecen problemas de salud mental.

Un padre comienza una nueva vida con otra familia, al mismo tiempo que su ex pareja acude a él tras verse superada por el errático e inestable comportamiento de su hijo adolescente. Una premisa simple, que permite mantener un foco sofocante sobre sus protagonistas. A primera vista, y por el indicativo del título, pareciera que la película se centraría en Nicholas (McGrathy) y como esté lidia con una depresión aguda, no obstante, «El Hijo» se narra por medio de los ojos del personaje de Hugh Jackman: él es simultáneamente padre e hijo, llevando a cuesta una gran carga de traumas, consecuencia de una crianza a manos de un narcisista, interpretado por Hopkins, quien en esta ocasión encarna a un patriarca lúcido y reaccionario.

La ambivalencia de su protagonista, que enfrenta un presente donde afloran quimeras del pasado, se desarrolla de manera que prepondera la intimidad, aunque entrega escasos momentos brillantes que juegan con el conflicto interno y externo del personaje. Por otro lado, el reparto femenino se lleva otro tipo de dilema en pantalla: dos figuras maternas que experimentan lados opuestos de los problemas mentales del joven. La madre interpretada por Laura Dern parece haber agotado todos los recursos para ayudar y comprender el comportamiento de su hijo, mientras que Vanessa Kirby en el rol de madrastra sirve como un avatar de la audiencia, que presencia desde fuera el desdén que produce el adolescente en su entorno.

Ben (Jackman) intenta ayudar a su hijo a superar sus problemas de sauld mental Foto: Demencia Media

Aún así, la temática de salud mental pasa a segundo plano y se vuelve uno de sus puntos más débiles, lo que contrasta con el delicado y minucioso tratamiento de la demencia en «El Padre». Al centrarse en el daño psicológico generacional y la masculinidad tóxica que atormentan al personaje de Jackman, la narrativa que acarrea la salud mental no alcanza a desenvolverse de manera clara, y solo es vista desde una mirada adultocentrista que parece ignorar de manera inverosímil señales claras de un problema sumamente profundo.

El debut actoral de Zach McGrath se ve afectado por un material que solo le permite encontrarse con una enorme barrera y falta de comprensión por parte de su familia inmediata, sin demasiado espacio para desarrollar su punto de vista y propia interioridad. Quizás es ese filtro que cae sobre el hijo aquello que tiñe sus acciones de manipulaciones, mientras olvidan mostrar una cara mucho más aterrizada respecto a la salud mental. A pesar de lo anterior, se destacan las interacciones más humanas y aterrizadas que mantienen McGrath y Kirby, quien es capaz de percibir sin ideas preconcebidas el tumulto psicológico que su hijastro padece.

Vanessa Kirby da vida a Emma. Foto: Diamond Films

En cuanto a los elementos técnicos, se puede apreciar una cinematografía evocativa y correcta; sin embargo, no resulta particularmente destacable. Por otro lado, la música compuesta por el notable Hans Zimmer es un punto alto que logra modular los pasajes emocionales, aun así, a ratos no se condice con una puesta en escena que escapa a la verosimilitud y acaba por inducir de forma artificial al espectador. La escenografía se presenta pulcra, con interiores sofocantes, que marcan un acercamiento bastante tradicional en términos de una adaptación teatral.

El armado final no logra ser del todo congruente ni logra cumplir con la premisa que se promete, dejándola de lado por otra historia. Si bien destacan algunos momentos y monólogos que logran penetrar en el corazón del dilema principal, su brillante predecesora espiritual deja la vara demasiada alta. «El Hijo» no logra superar a «El Padre», aún así, destaca un gran y reconocido reparto, y también el intento de traer a la mesa una conversación sobre salud mental que desafortunadamente se queda a medio camino.

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