Con un gran currículum como directora de fotografía, Constanza Tejo Roa debuta en la dirección con «La Mutante». Un documental íntimo donde aborda su propio embarazo y los problemas laborales y personales que le trajo este proceso. Con una propuesta punzante y honesta, la cinta busca abrir la conversación, desafiar los estándares y profundizar sobre cómo concebimos la maternidad como sociedad.
Constanza Tejo Roa conversó con Demencia Media, vía Zoom, ad portas del estreno en salas alternativas del país el próximo 9 de enero.
Cine y nueva vida
El documental comienza mostrándonos tu vida previa a la noticia de estar embarazada. ¿De dónde surge la decisión de registrar todo el embarazo y cómo fuiste eligiendo el enfoque que querías tomar?
–Mira, yo partí grabando en mi casa porque me sentía demasiado sola y no quería alejarme del cine. Simplemente como vídeos random del proceso. La cámara y mi gata fueron mis grandes compañeras durante esos nueve meses. Después, cuando ya había una cantidad de material más grande, empecé a grabar más, cada vez más, y empezaron a aparecer escenas, plot twist, naturalmente, ¿cachai? Entonces dije: “uy, parece que esto podría ser una película”, pero no hice nada.
Después tuve a mi hijo, traté de volver a integrarme en mi medio, pero nadie me siguió llamando. En el cine es muy brutal porque tú desapareces tres meses y ya todo el mundo se olvidó de ti. Solo conseguí pega de ayudante de Matías Bize, en la Universidad del Desarrollo para largometraje, pero no me llamaban para dirección de foto, entonces me dije: “¿qué voy a hacer?” Tengo que volver, ¿cómo vuelvo? Ahí pensé: “bueno, tengo este material, a lo mejor si lo empiezo a mover, empiezo a entrar de nuevo por otro lado, no como directora de fotos, sino como directora”. Y funcionó súper bien el documental, tuvo una muy buena recepción, estuvo también en varias partes en industria, estuvo en un work in progress, estuvo en laboratorio, en mesas de negocios, y le fue bien.
Un embarazo entre el empoderamiento y la vulnerabilidad
En momentos del documental afirmas: “Puedo ser la embarazada que rompe estereotipos”, pero en otros planteas: “No sé cómo ser madre” o “No sé cómo conectar con el bebé”. ¿Cómo crees que conviven esas distintas facetas de una mujer y de una madre, entre el empoderamiento y la vulnerabilidad?
–Ay, qué brutal. Creo que es lo más difícil de atravesar. En el aspecto del feminismo, muchas veces caemos en que “ay, nosotras lo podemos todo”, ¿cachai? Y en verdad no, no lo podemos todo, necesitamos ayuda. El ser humano es un ser social, por esencia. Independiente de que seamos mujeres u hombres, necesitamos de la comunidad, necesitamos de la tribu, necesitamos nutrirnos de un otro. No podemos solas. Y creo que eso es una falacia que nos han metido en la cabeza, que no es verdad. A su vez, creo que también todo este proceso me ayudó a ver la vulnerabilidad como una fortaleza, porque la misma emoción es algo tan desgarrador, que cuando uno ya toca fondo no queda más que seguir para arriba.
Y eso le sucede a hombres y a mujeres. Creo que por ese lado también es interesante que los hombres vean esta película, porque están muy lejanos a entender, o sea, ni nos entendemos nosotras. Muchas veces entre compañeras nos juzgamos respecto a qué tipo de madres somos. Desde hace poco que se están hablando estos temas y nos estamos aprendiendo a acompañar entre compañeras, entre mujeres, entre madres, pero la historia ha dicho que la mujer en general compite con otra mujer, y es fuerte.
«La Mutante»: Sobre el embarazo en la sociedad del presente
Parte de lo que destaca de tu documental es la utilización de situaciones cómicas, como esas conversaciones que mantienes en tu consciencia, pero en realidad son con tu familia a través de las fotografías. ¿Cómo crees que la utilización de la comedia y esas situaciones ayudaron a la narrativa documental que querías entregar?
–Mira, para mí era muy importante dar a entender de alguna manera lo que, se supone, tiene que ser la maternidad. Y a mí todas esas cosas me las dijeron. Ellas (mi familia) y mucha gente más. Pero no las grabé. No tenía escenas donde ellas dijeran eso. Tenía otras escenas. Entonces yo decía: “necesito esto”. Y a la vez necesitaba algo que diera un poquito más de estructura y que también fuera quebrando el relato.
Decidí meter esto como comedia, porque creo que eran frases muy fuertes. Siento que, a través de la comedia, iban a llegar de una manera más amplia, pero iban a llegar igual, ¿cachai? Fue una estrategia, porque si lo ponía del otro lado, iba a ser como posicionar a la protagonista muy de víctima. La comedia es algo muy innato mío, me encanta. Creo que Chile tiene eso de un poco tirarla siempre por debajo, como “no, es broma, ah no mentira es verdad”.
«La Mutante»: Un debate para el presente
¿Cómo crees que este documental puede aportar a la discusión sobre el embarazo, los derechos laborales y la experiencia de la maternidad de la mujer en general?
–Dos cosas: creo, primero, que puede ayudar a visibilizar lo que realmente entrega una madre a una sociedad, tiempo, carrera, cuerpo y un montón de otras cosas más. Por no ser cosas remuneradas, se piensa que no existen o que no tienen valor. Yo creo que el valor que tienen es tan grande, que no tiene precio. Eso hay que volver a recordárselo a la sociedad.
En segundo lugar, invita a que nosotras mismas reconozcamos ese valor. Nosotras tenemos que volver a ver la maternidad y la feminidad con otros ojos, creo que esta película también es una invitación a eso.
¿Dónde ver «La Mutante»?
«La Mutante» se estrena en cines chilenos el próximo jueves 9 de enero. Es el debut como directora de Constanza Tejo Roa.