Felicitas Colina Cornejo (@felicolina_), artísticamente Feli Colina, llegó de Salta a la gran urbe de Buenos Aires, donde decidió probar suerte cantando en el subte. Durante los inicios de su carrera participó como corista de las bandas “Conociendo Rusia” y “Francisca y Los Exploradores”.
En 2018, Feli Colina fue ganadora del concurso “Camino a Abbey Road” y tuvo la oportunidad de grabar su álbum “Feroza” en el famoso estudio londinense.
Con el lanzamiento de su segundo álbum, “El Valle Encantado”, Feli Colina ya era una voz reconocida dentro de la escena musical independiente argentina. Su obra se caracteriza por un estilo conceptual que navega entre diferentes géneros, como el pop, rock, jazz y el folclore, de hecho, su último disco, “Lxs Infernales”, es una resignificación de sus raíces con sonidos ligados al carácter de sus orígenes.
Existencial y emocional: las letras de Feli Colina
Tus letras son muy parecidas a un relato, incluso a una crónica. ¿Cómo es tu proceso creativo para que las canciones se configuren así?
—Por lo general, el proceso creativo es más bien un proceso emocional. Estoy muy atenta a lo que me pasa, cómo me afectan el mundo, los vínculos y la realidad, cómo veo la existencia y por qué la veo así. Me realizo este tipo de preguntas filosóficas sobre mi propia vida. Y bueno, así quedan todas estas reflexiones en la mente y un día bajan, ya sea en rimas o en melodías, de distintas maneras.
Por lo general describes tu estilo como “difícil de definir”. ¿Crees que las etiquetas en el mundo de la música impiden una mayor diversidad en el proceso artístico?
—Me sirve que existan los géneros, por que así entiendo un poco qué elementos son más del jazz, del pop o del rock. De hecho, como no tengo mucho estudio al respecto, he ido descubriéndolo. Después, cuando realizo canciones, hago una mezcla de lo que puedo y lo que quiero, y esa combinación por lo general me ayuda a que toda la información que se encuentra en algún lugar de mi cerebro se mezcle. Yo creo que las etiquetas nos sirven para más o menos agrupar estilos, pero ahí en la singularidad, a menos que un artista se dedique a un género como jazz o folclore, siento que las etiquetas resultan condicionantes y es muy difícil hacer un género tan limpio, hay que estudiarlo mucho y eso en mí lo siento un poco limitante.
¿Crees que la música ha ayudado en tu autoconocimiento?
—En todos los sentidos, por ejemplo, cada vez que toco en vivo me encuentro con mis propios miedos, en una batalla contra mi neurosis en esos 40 minutos. Tiene absolutamente que ver, yo siento que la música es como mi maestra de autoconocimiento, no sólo por hacerla sino también por escucharla. Muchas veces escucho una canción y digo: “Eso que sentía ahora está como retratado en palabras”. No soy la única que lo siente, muchas canciones dejan preguntas en la cabeza. Yo diría que la música es la gran herramienta de autoconocimiento.
Feli Colina y el género indie en Argentina
¿Qué diferencias crees que existen entre la Feli que cantaba en el subte y la de hoy?
—Hay unas cuantas. Esa Feli que tocaba en el subte era más chica, y bueno, el paso de los años va transformándonos en nuevas versiones de nosotros. Hay algo que se mantiene: este espíritu amateur de no tener nada que perder y poder arriesgarme. Además, ahora tengo directamente otro trabajo, es diferente ir a tocar al subte y vivir de eso, que ya poder dedicarme a hacer música con una idea más integral y conceptual; llevar mi música a un concierto en vivo, tocar frente a gente que quiere escucharme, en el subte tocaba frente a personas que en un principio no quieren escuchar.
En una entrevista al medio Indie Hoy dijiste que a veces te afligía un poco la falta de inspiración al momento de componer música nueva y el miedo a no superarte. ¿Cómo logras vencer ese temor?
—Me ayudó mucho el disco que saqué el año pasado, “El Valle Encantado”, que en el fondo es el relato de ese miedo. Ahora estoy un poco más tranquila con lo que eventualmente sucede y también me he dado cuenta que este concepto sirve en todo en la vida: evitar la comparación de que algo sea mejor o peor, sino saber que algo puede ser simplemente diferente. Este tipo de cosas me tranquilizan.
A lo largo de tu vida, ¿cuáles han sido tus grandes influencias musicales?
—Un montón de influencias, no podría nombrar una cantidad que se pueda contar con una mano. Partiendo por Violeta Parra, Chabuca Granda, Chavela Vargas, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, eso por el lado más folclórico. Por otro lado, Britney, Madonna, Bjork, Los Beatles, Led Zeppelin, un montón de artistas.
Me acuerdo cuando hice mi primer disco, estaba escuchando mucho a Natalia Lafourcade y Julieta Venegas. Hasta el día de hoy sigo descubriendo música nueva: hace poco comencé a escuchar a Lana del Rey y me encanta, también me adentré más a la música urbana, un montón de música de la escena argentina que también me inspira. La influencia es infinita porque me gusta un montón de música, desde Lola Flores, que me impresionó mucho con su performance, hasta Nathy Peluso, que me inspiró y me liberó un montón.
Tu último álbum está muy conectado al folclore, ¿qué importancia crees que tienen tus raíces al momento de crear música?
—Ayer pensaba en los árboles, que cuando tienen la raíz más profunda, más difícil voltearlos. Un árbol bien enraizado no se voltea fácil. Creo que todo este regreso a mi raíz es también un permiso, porque mi raíz siempre va a estar en mí. Yo hablo de manera salteña, me vinculo de forma norteña, está inevitablemente en mí. Siento que esa exageración en la raíz y jugar con eso me recuerda de dónde vengo, me hace apropiarme de un lugar también. La gente que se mudó desde su provincia natal seguramente lo entenderá. Hace diez años que vivo en Buenos Aires, ya no soy ni salteña ni porteña, y sé que quizás en unos años viviré en otro lugar, eso a veces me genera un conflicto de identidad, pero volver a la raíz me recuerda que de documentos soy súper salteña.
¿Cuáles son tus próximos proyectos musicales?
—Estoy empezando a tener ideas de un próximo disco. “Lxs Infernales” salió hace un mes, así que lanzamientos muy próximos no habrán. Hay una colaboración con, bueno con una persona, que supongo que saldrá este año. Y de ahí existen ideas para este nuevo disco, que todavía están ahí: en el plano de las ideas.