La escritora española Inma Rubiales visitó Chile en su primer viaje internacional como autora. El destino fue la edición 2023 del Festival de Autores, evento en el que pudo compartir con sus cientos de fans en el país. En ese momento presentó los libros «Hasta que nos quedemos sin estrellas» (2022) y «El arte de ser nosotros» (2023); pocos meses después lanza «Todos los lugares que mantuvimos en secreto», su tercera novela con Editorial Planeta.
Inma Rubiales conversó con Demencia Media, vía Zoom, sobre esta última publicación, su viaje a Chile y los prejuicios de la literatura romántica.
¿Cómo fue la experiencia en Chile y en FAS?
–Estar en Chile para mí fue mágico. Fue mi primer viaje a Latinoamérica y por supuesto que tenía un poco de miedo de llegar a Chile y darme cuenta que a lo mejor no me leía nadie o que nadie venía a la firma. Desde España a Chile hay muchísima distancia, pero recibí tanto cariño. A pesar de la distancia, de que nunca había ido, de que algunos de mis libros aún no llegan, fue alucinante.
La nueva novela de Inma Rubiales
«Todos los lugares…» está ambientado en Finlandia, ¿por qué esa elección?
–Estaba buscando un pueblo con unas características concretas: quería un sitio que no estuviera muy explotado en la ficción, así que huía de lugares como Estados Unidos y tal. Estaba buscando un pueblo de Europa pequeñito. Calzó que una amiga viajó a Finlandia y que le gustó mucho. Busqué en Maps y me maravillé, porque era justo lo que necesitaba.
Había bosque, lagos, nieve, era perfecto. Y ahí comencé a sacar algunas conclusiones con la investigación. De primeras puede dar la impresión de que Finlandia es un país muy frío, que solo hay nieve u oscuridad, pero no es así siempre. Durante el verano es todo lo contrario, es muy boscoso y tiene un clima increíble. Con esta novela pensaba en que podía aportar algo diferente, porque se han escrito historias sobre Finlandia, pero sobre todo de novela negra, misterio. No había visto ninguna romántica.
La luz en el duelo
La trama del libro habla sobre pérdidas, sobre sentirse perdida en el mundo sin encontrar un lugar al que pertenecer, ¿cómo fue este proceso de escritura?
–Tenía muchas ganas de escribir sobre el duelo de Connor (el co-protagónico), aunque no sea lo que más se desarrolle en la novela. Pero con esto de las pérdidas, necesitaba darle una razón a Maeve (la protagonista), para volver a ese pueblo, a su lugar de origen. No solo se enfrenta a ese duelo, sino que es un proceso para que se conozca a sí misma y reconecte con raíces que sentía muy lejanas.
También hay un juego, una especie de reflexión con la memoria. Me preguntaba mientras escribía, por ejemplo, si recordaría mi casa de infancia sin que mis padres me hayan hablado de ella. Creo que no, sin eso es bastante difícil. Entonces Maeve tiene ese dilema, le han hablado tan poco de su infancia, que no tiene recuerdo del pueblo. Pero es algo que sigue teniendo en su interior.
El co-protagonista: otro a los favoritos
Y Connor es de tus protagonistas más queridos.
–Es un personaje que ha gustado mucho, y eso que es el “bueno” de la historia. Me gusta un poco romper estos patrones en la escritura. Cuando hay triángulos amorosos la protagonista tiende a irse con el chico malo, pero yo amo a los chicos buenos. Ya sabes para dónde va. Me gusta esto del friends to lovers y el slow burn, así que la novela es una mezcla de estos clichés, pero agregando mi toque.
En la novela está la “lista”, una enumeración de cosas que quieren hacer juntos antes de morir, es algo que llama mucho la atención, ¿cómo lo ideaste?
–Estaba buscando un hilo conductor. En el prólogo está esto de la vida y la muerte, y todo lo que los protagonistas quieren hacer antes de morir. Quedaba perfecto esto de la lista. Recordé la que yo hice cuando pequeña y fue algo que sumó: se convirtió en clave en la historia. Escribí la mía para un proyecto del instituto y fue muy lindo encontrarla hace algunos meses. Cuando la hice aún no publicaba y casi todos los deseos eran sobre la escritura. Los revisé y los había cumplido todos, así que ahora también busco nuevos objetivos.
Escribir romance y disfrutarlo
La literatura romántica se cuestiona casi desde siempre, ¿qué opinas al respecto?
–Me han encasillado con ciertos prejuicios, no solamente por escribir románticas, también por ser mujer, ser joven y además, ser de Wattpad. Tengo el pack completo. Pero soy una persona que intenta centrarse en lo positivo, entonces aunque haya gente siga teniendo prejuicios, que no son nuevos. Prefiero centrarme en el hecho de que hay miles de personas que consideran que el género romántico es como cualquier otro. Además, muchos aman esos libros. Son libros que venden, gustan. Hacen sentir cosas a la gente y eso es algo positivo, que lean y se apasionen.
El epílogo de la novela es potente y carga un mensaje para Maeve y para los lectores. ¿Cuál es el mensaje que quieres entregar fuera de las páginas?
–La felicidad está en las cosas pequeñas. Quiero que mis lectoras se queden con que la vida hay que aprovecharla, porque son dos días y uno ya ha pasado ¿no? También me interesa que sobre Maeve, sus complejos e inseguridades con su cuerpo: no es necesario que seas canónicamente perfecta o que encajes en todos los cánones de la sociedad para que te quieran.
Muchas veces la ficción puede hacer que las chicas más jóvenes piensen cosas que no son. Que si no encajan en un canon de belleza impuesto, jamás conseguirán que alguien se enamore locamente de ellas, o que si las quieren, será por su físico. Eso no es así. Era un poco este mensaje de “oye, no hace falta que seas perfecta, nadie lo es, y si no lo eres, no te preocupes. Vas a encontrar el amor igual y vas a cumplir tus sueños”.
Inma Rubiales en librerías
«Todos los lugares que mantuvimos en secreto» de Inma Rubiales está disponible en librerías de la mano de Editorial Planeta. Como edición limitada, también se encuentra en el mercado una versión coleccionista con postales exclusivas de los protagonistas.