2004. Veinte años atrás, los tiempos eran distintos y nadie esperaba lo que estaba por venir: «Mean Girls», conocida en español como «Chicas Pesadas», llegaría a los cines, se convertiría en un clásico instantáneo y nos entregaría un cambio cultural que influenciaría a nuestra sociedad hasta el día de hoy. La película catapultó la carrera de Amanda Seyfried, además de convertir a Lindsay Lohan en la IT Girl de los 2000.
Mucha agua ha pasado bajo el puente y, tras el musical en 2017, vuelve a la pantalla grande el grupo de las plásticas, en el debut directorial de Samantha Jayne y Arturo Perez Jr. «Chicas Pesadas» marca el regreso de Tina Fey como guionista y actriz, protagonizado también por Angourie Rice, Reneé Rapp, Auliʻi Cravalho y Jaquel Spivey.
Ni remake ni adaptación
Es importante aclarar que «Chicas Pesadas» no es, ni pretende ser, un remake de la versión de 2004; menos una secuela de «Chicas Pesadas 2». No hablamos de «Chicas Pesadas 2». El orden es un poco más complicado: la versión de 2024 es una adaptación del musical de Broadway que conquistó las tablas entre 2017 y 2020, que es, a su vez, una adaptación de la cinta de 2004.
Sin embargo, la inspiración viene de un curioso origen: «Queen Bees and Wannabes», algo así como «Abejas Reinas y Aspirantes», un libro de autoayuda adolescente, escrito por Rosalind Wiseman y publicado en 2002.
Con suficiente dilución desde la fuente, «Chicas Pesadas» no viene a reemplazar la original, sino ser una nueva entrega, adaptada desde el musical, que actualiza un clásico a los tiempos modernos, con el suficiente tacto y cuidado para no caer en estereotipos dañinos ni tampoco ser acusada de ser demasiado “sensible”. «Chicas Pesadas» se aleja del humor que, en día de hoy, le valdría un hilo en Twitter, hoy X, pero ofrece alternativas que mantiene la esencia original que tanto nos hizo reir.
De las tablas a la pantalla grande
Originalmente pensada para ser estrenada solo en streaming, las buenas críticas cambiaron los planes y permitieron llevar a las plásticas al cine. Para poder condensar las poco más de dos horas y media que dura la versión de Broadway en los 112 minutos en pantalla, varias canciones fueron excluidas, algunas acortadas y otras nuevas fueron escritas. Lamentablemente, esto deja espacios largos en los que «Chicas Pesadas» se debilita como una película musical y decae en su ritmo, algo que, de todos modos, parece ser una decisión deliberada desde la producción, al no querer caer en la categoría de “musical”, promocionando la película como una comedia y evitando espantar a las potenciales audiencias.
Independiente de esto, que quizás es una cosa de gustos (¿quién no ama los musicales?), las canciones presentes son lo suficientemente pegajosas y hacen avanzar la historia de manera efectiva, escapando de la “espectacularidad” de Broadway y siendo amigables para un público que no tenga la mejor relación con los musicales.
Voces que deslumbran
Otra decisión desde la producción fue contar con un elenco mixto entre actores promisorios, rostros establecidos y otros con experiencia en musicales. El resultado es positivo, pero poco ambicioso.
Es entendible, desde una perspectiva económica, la necesidad de tener que conformarse en algunos puntos para abarcar varios mercados, pero es algo decepcionante que, no obstante de su claro talento, la voz de Angourie Rice (Cady Heron) no esté a la altura del resto del elenco, o que algunos momentos de Aaron Samuels, el interés amoroso de Cady y exnovio de Regina George, hayan sido removidos de la cinta ya que Cristopher Briney no quería (o podía) cantar.
Aun así, se agradece y destaca la inclusión de Jaquel Spivey como Damian en su primer rol en el cine, tras una gran racha en Broadway que incluye una nominación a los Premios Tony, o nombres como Auliʻi Cravalho (Janis ʻImi’ike), con gran experiencia en las tablas. La mayor sorpresa la entrega Avantika Vandanapu como Karen Shetty, quien protagoniza una de las mejores canciones de la cinta y se roba la película en cada interacción.
Aun así, claramente la estrella no es otra más que Reneé Rapp, quien ya interpretó a Regina George en el musical de «Chicas Pesadas», llegando como reemplazo a comienzos de 2019 y siendo la actriz permanente hasta su cierre, y brilla en cada segundo en pantalla. Rapp deslumbra con su increíble voz y su talento actoral, siendo la mejor decisión posible para el papel.
Un elenco que se divide el tiempo
Algo que destacar y que se diferencia de la versión de 2004 es cómo el protagonismo no recae solo en Cady, sino que se divide de manera orgánica en todo sus personajes. Janice y Damian poseen profundidad y desarrollo, aunque sea detrás de cámaras, podemos entender con mayor claridad la influencia de Regina George en Karen y Gretchen y, especialmente, entendemos de mejor manera la personalidad del personaje caracterizado por Reneé Rapp.
No estamos hablando de una película que se detenga en la psicología de cada decisión, pero sí existe una multidimensionalidad en sus personajes que es más acorde a los tiempos modernos.
Un poco para todos los gustos
Ni solo un musical, ni solo una comedia. Ni un remake ni una adaptación vacía. Canciones pegajosas con grandes interpretaciones que destacan y un sentido del humor moderno, pero con suficientes referencias a la versión de 2004 para apelar a la nostalgia, convierten a «Chicas Pesadas» en una película ligera, en tiempos en que el cine quiere siempre ser más de lo que realmente es. La producción se mantiene dentro de sus propias expectativas, donde tira la casa por la ventana con una versión moderna, actualizada y consciente de sí misma, estableciéndose como un éxito seguro, de inicio a fin. Y si no estás de acuerdo: no te puedes sentar con nosotros.
Cuándo se estrena «Chicas Pesadas»
La película protagonizada por Reneé Rapp y Angourie Rice se estrena en cines este jueves 1 de enero.