En el cine, la maldad toma muchas formas y recipientes. No es novedad para el género del terror ver a niños poseídos o interactuando con esta en sus versiones más insospechables e inofensivas. Sin embargo, que pasaría si la maldad estuviese representada bajo el concepto tan amigable y cercano de los amigos imaginarios.
Del director Jeff Wadlow («Verdad o Reto»), «Imaginario» construye su propuesta en base a la incorporeidad de aquellas figuras que nos acompañaron en la infancia, capaces de lograrlo todo y llevarnos a lugares inimaginables, nuestros mejores amigos.
Una historia sobre el trauma
Jessica (DeWanda Wise), nuestra protagonista, vive atormentada por misteriosas vivencias acontecidas en la casa de su infancia, donde además perdió a sus padres en diferentes circunstancias. Intentando mantenerse alejada del trauma, en una especie de trance por la negación, construye de cero una familia y una carrera, donde resuenan experiencias que parecen ser muy vívidas.
Al regresar a vivir a la casa de su infancia, su hija más joven se cruzará con Chauncey, que habita la forma de un dañado oso de peluche. Esta entidad intentará atormentar y aprisionar a la familia, haciéndose pasar por el amigo imaginario de la pequeña.
Cuando hablamos de la imaginación, no existe límite alguno respecto a posibilidades. Curiosamente, «Imaginario» posee ciertas cualidades, aunque la imaginación no es una de ellas. Al conocer la dinámica de la familia, junto a sus traumas y secretos, la cinta intenta meterse de lleno en las situaciones extrañas que, como siempre, llevan a los protagonistas a notar que algo anda mal.
Si bien la historia innova en su concepto, la forma en que se desarrolla su historia es absolutamente trillada, en lo que resulta ser un refrito de varias cintas de terror de los últimos años. «Imaginario» nunca termina de entender el tipo de terror que busca generar en su público y la atmósfera que debería intentar construir, cayendo en lo absurdo luego de un par de momentos de terror bastante mal logrados.
«Imaginario»: Terror del montón
Lo que debería sentirse atemorizante, termina por ser ridículo, y el filme estropea la posibilidad de crear algo diferente con posibilidades muy amplias. Llegado el momento en que Chauncey alcanza su verdadera forma, el desinterés apaga toda chispa que pudo haber arrojado la intriga respecto a cómo aprovecharía la cinta su propio terreno de juego.
Finalmente, todo lo que se podría imaginar en una película de terror sobre amigos imaginarios se queda en la mente de sus espectadores, quienes esperan sustos y situaciones que «Imaginario» no tuvo la habilidad de construir. Después de todo, con un estudio de renombre mundial como ha llegado a ser Blumhouse detrás de tu proyecto, qué puede esperar el público si decides presentarte con la frase “de los productores de Five Night’s At Freddys y M3GAN”.
Un giro poco explorado en el género brindaba la instancia perfecta para que «Imaginario» triunfara, llevando más allá los límites del terror sobrenatural. Lamentablemente, la cinta se convierte en un conjunto de momentos insípidos y predecibles, con una historia que nunca decide qué rumbo tomará y una seguidilla de jump-scares que, incluso siendo tan necesarios para salir a flote, nadie supo aprovechar.