La carrera y prestigio del director estadounidense M. Night Shyamalan no necesitan introducción, por lo que no es de extrañar que sus hijas también hayan sentido interés por el arte. Ishana Night Shyamalan ha colaborado con su padre durante algunos años años. Hoy, la joven directora de casi 25 años, toma su propio camino y debuta en la pantalla grande con su ópera prima, «Observados» («The Watchers»). Basada en la novela del mismo nombre del autor irlandés A.M. Shine, es una cinta de terror sobrenatural protagonizada por Dakota Fanning, y también, el posible comienzo de la dinastía Shyamalan.
Ishana no le teme a las comparaciones con su padre ni le pesa la mochila de ser “la hija de”. Incluso, abraza esto y lo aprovecha para iniciarse en la dirección en el género. Con una combinación de fama, experiencia y juventud, la acompaña la siempre maravillosa Dakota Fanning y la legendaria actriz, escritora y directora irlandesa Olwen Fouéré («Los Crímenes de Grindelwald»).
Cierran el elenco la premiada actriz inglesa Georgina Campbell («Black Mirror») y el debut en pantalla grande del joven actor británico Oliver Finnegan («Outlander»). Con estos nombres, Ishana reúne materia primera que genera expectativas tremendas para «Observados».
Un género con peso
Si ya es difícil trabajar con el género del terror, una ópera prima levanta aun más dificultades, donde la inexperiencia te puede pasar la cuenta a la hora de querer transmitir tus ideas a tu elenco y de mostrar tu visión, en los primeros minutos, a una audiencia que, en la generación del streaming, puede decidir ver otra cosa.
Ahora, si tu película además necesita de efectos especiales para dar vida a tus criaturas sobrenaturales, el problema podría ser un tema de presupuesto. Por suerte, Ishana no tiene este problema, ya que la producción de la cinta corre por parte de Warner Bros y el mismo M. Night Shyamalan.
La fuerza del talento
Luego de que Mina, la protagonista, se pierda en el bosque de una manera trillada, que hace que miremos al techo con un poco de vergüenza, aparecen el resto de los personajes. Con el resto del elenco, la carga dramática se divide, y permite que Fanning pueda lucirse con comodidad.
Dakota Fanning demuestra, una vez más, que no existe género que se le resista, siendo una actriz que puede darle vida a cualquier personaje, ayudando a que la historia sea digerible, incluso en los primeros quince minutos de la cinta donde Mina, su personaje, se lleva todo el peso de la cinta al ser la única persona en cámara.
Olwen Fouéré, considerada de las mejores actrices de Irlanda, toma el rol de Madeline, una especie de matriarca que protege a los otros tristes prisioneros. Su personaje llama la atención por su postura, vestuario y forma de hablar. Casi siempre recuerda a estos personajes algo “místicos” del cine de terror más antiguo.
Por su parte, Georgina Campbell como Ciara aporta el toque de dulzura, distensión y contención que contrasta con la impulsividad de Oliver Finnegan como Daniel. Un cuarteto con gran química que permite indagar en las razones qué llevaron a cada uno a perderse en la mitad de este mágico bosque en Irlanda.
Quizás, si no fuera por sus actores, la cinta no se sostendría. Muchos momentos donde Ishana peca por su inexperiencia, son apoyados por el talento de su cast, permitiendo así dejar pasar los ratos que combaten con la verosimilitud de la historia.
El sello Shyamalan
Todos sabemos cuál es el sello de M. Night Shyamalan: el cine con sorprendentes puntos de giro, los llamados plot twist que nos sorprendieron en sus conocidas cintas. Ishana se adelanta a las expectativas y va entregando revelaciones importantes durante toda la cinta, armando la tensión dramática para una gran revelación. Lamentablemente, la obviedad de esto hace que ninguna de las revelaciones sea una sorpresa y, al mismo tiempo, siempre pensemos que viene otra más.
La ingenuidad de Ishana al no separarse del sello de su padre y mentor le pesa, y es una consecuencia de su propia carrera. No es prudente ponerse a cuestionar sus méritos en este momento, pero es innegable que ha llegado donde está por la condición ya clásica y polémica de nepo-baby. Tras «Observados», no sale bien parada ante las acusaciones. Irónicamente, lo predecible y débil de la cinta, es lo que la hace más símil a la carrera de su padre.
Errores de principiante
El peor pecado de Ishana Night Shyamalan es su inexperiencia y no saber sortear obstáculos básicos del cine. Un análisis superficial a la cinta, refleja que el guion que hay detrás contiene errores que harían sonrojar a un estudiante de cine. La sobreexposición a explicaciones que podrían pertenecer a la visualidad de la cinta, diálogos completamente antinaturales y el periplo de nuestra protagonista es un calco de la forma tradicional de contar historias. Independiente de si la fuente original contiene estos mismos problemas, es responsabilidad del guionista y/o director (en este caso, Ishana cumple ambos roles) traspasar estas situaciones de la literatura a una pantalla sin tropiezos tan evitables, como una media hora que, sinceramente, sobra.
A pesar de esto, «Observados» celebra un género poco tratado en el cine de alto presupuesto: el terror fantástico y de folklore, especialmente de la mitología irlandesa. La cinta es inquietante, abrumadora a ratos y altamente intrigante. Aunque quizás el miedo no se haga presente de buena forma, sí te incomoda y atrapa lo suficiente.
¿Cómo es la ópera prima de Ishana Night Shyamalan?
Dicho esto, ¿hacen sus fallas que «Observados» sea una mala película? Ni de cerca. Es un prometedor inicio de una carrera cinematográfica en un género muy difícil. Está claro que su obra que va a estar plagada de cuestionamientos al claro nepotismo que llevó a su directora donde está a su corta edad, y hoy comete errores que no son particularmente graves, que muchos debutantes cometen.
El tiempo dirá si la decisión de Ishana Night Shyamalan de continuar el camino de su padre dará inicio a una dinastía, o si será un error que deberá enmendar con el tiempo para no quedar a la sombra. Su ópera prima no es perfecta, pero es un cimiento para nada despreciable que, incluso cuando a ratos te desconcentra con sus fallas, entretiene y deja queriendo más.
¿Dónde y cuándo ver «Observados»?
La ópera prima de Ishana Night Shyamalan debuta este jueves 6 de junio exclusivamente en cines.