Las series de época se han apoderado de las plataformas de streaming en el último tiempo. Los grandes bailes, pomposos vestuarios, romances y conflictos que rodean a las familias aristócratas cautivan a la audiencia, despertando la curiosidad por esas épocas. En este terreno, «The Gilded Age» arriba a Max y promete no decepcionar.
Tras el éxito de «Downton Abbey», su creador Julian Fellowes vuelve con un nuevo drama histórico y social. Esta vez, alejado de la dicotomía de los “de arriba” y “los de abajo”, señores y sirvientes. Ahora el productor explora los cambios sociales emergentes y las rivalidades entre la aristocracia neoyorquina.
El esplendor de una era
La edad dorada fue una época de inmenso crecimiento económico, demográfico e industrial, que introdujo profundos cambios en la sociedad y el diario vivir de las personas. El más evidente fue la rivalidad entre lo “viejo” y “nuevo”.
La primera temporada de 9 episodios sigue a la joven Marian Brook (Louisa Jacobson Gummer), recién llegada a la rígida escena social que enmarca a uno de los vecindarios más cotizados de Nueva York en 1882. Es por medio de los conflictos entre la familia Russell, recién enriquecidos, y los Rhijn-Brook, familia que ha pertenecido a la clase alta desde tiempos inmemorables, que se desmenuza el argumento que envuelve a «The Gilded Age», en español «La Edad Dorada».
En medio de las invitaciones a salones, presentaciones en sociedad y avances ferroviarios, se tejen tensiones ambos bandos de la Quinta Avenida. Por un lado encontramos a las Rhijn-Brook, lideradas por Agnes (Christine Baranski), una mujer que se ve reticente a aceptar los nuevos cambios, y su hermana Ada (Cynthia Nixon), quien apoya a su sobrina Marian a descubrir lo que viene para el nuevo mundo.
Del otro lado, los ambiciosos Russell, quienes utilizan su adquirida posición para ascender socialmente a toda cosa, están encabezados por Bertha (Carrie Coon) en el ámbito social. La acompaña George (Morgan Spector) en lo financiero.
La historia del progreso
Desde sus primeros capítulos, «The Gilded Age» demuestra ser más que una simple producción de época, ofreciendo una auténtica lección de historia al sumergirnos en momentos cruciales de la ciudad de Nueva York en el siglo XIX.
En su segunda temporada, la producción profundiza en el crecimiento industrial y se enfoca en la discriminación racial —tema introducido previamente—. También introduce la irrupción de los sindicatos y el rol de la mujer en el ámbito laboral.
Esta temporada nos presenta a un periodista activista contra la esclavitud y la discriminación racial, Thomas Fortune (Sullivan Jones), quien dota a la narrativa de una profundidad. Es a través de este último que Peggy (Dénee Benton), otra protagonista de la historia, continúa forjando su propio camino en la ciudad neoyorquina, derribando barreras en medio de la discriminación racial y abriéndose paso en la élite afrodescendiente.
El alma de la serie
Siendo arribista y con aspiraciones de gran señora es que Carrie Coon deslumbra con su interpretación de Bertha Russell. Un personaje dual que equilibra a aquella antagonista que busca abrirse camino en la alta sociedad, con un febril deseo de agradar y ser aceptada; pero que llega a ser insegura en la intimidad ante ciertos actuares de su matrimonio.
¿Qué hace que Bertha destaque? En el entorno de «The Gilded Age», con jóvenes buscando matrimonio, cazafortunas, ancianas de alta alcurnia y aduladores. Bertha sobresale por su obstinada tenacidad para escapar de los encasillamientos sociales y etiquetas impuestas por esa sociedad a la que ansía pertenecer.
Recordemos que MAX publicó a pocos días del final de la segunda temporada que ha renovado «The Gilded Age» para una tercera entrega. Aunque aún no hay una fecha exacta, se estima que la serie aterrice en la plataforma en el verano de 2025. Por ahora solo nos queda esperar el anuncio de la fecha de estreno para seguir viendo las rencillas que crecen en la Quinta Avenida de Nueva York.